Réplica a "El avance de la Autocensura" de este mismo blog.

diciembre 02, 2020

Meteorito, ven ya.

 ¡Qué no se diga que no somos plurales!. En esta entrada voy a darle la réplica a un artículo escrito en esta misma página, por mi amigo y compañero de blog El diván del Sociólogo, donde exponía un punto de vista con el que no puedo estar más en desacuerdo.

Por eso y para inaugurar nuestro propio intercambio de opiniones:

El retroceso social de la consciencia: Réplica a "El avance de la Autocensura".



Quiero empezar esta entrada con una frase que espero se mitifique y se consolide en el ámbito más basto de la sociedad: "Meteorito ven ya". Esta alocución a un posible apocalipsis y consecuente desaparición de la especie humana de la faz de la Tierra, obviamente es una exageración.

Valga esta hipérbole para iluminar la idea principal que quiero desarrollar en esta entrada: La sociedad no está mejorando, en el mejor de los casos, se ha estancado.

De los Cavernícolas a BTS.

No es ajeno a nadie que, creas en la religión que creas, incluso si no crees en ninguna religión, el ser humano no es a día de hoy una especie que haya permanecido inalterada. Es más, ha sido un camino tortuoso que la humanidad ha recorrido y que nos ha traído a hoy, no con pocos baches en el camino.

BTS K-POP
Grupo K-pop BTS

Y aquí es un poco donde me quiero detener: Han sido muchos baches, muchas desgracias, muchas pérdidas humanas, un viaje complejo hasta que de una forma u otra, hemos conseguido estabilizar nuestra subsistencia (más o menos, en los países desarrollados me refiero mayormente) hasta el punto de ser conscientes de nuestra propia efimeridad. Valga como muestra la pandemia global en la que aún nos hallamos.

De todas las experiencias que el ser humano ha vivido desde que salió de la cueva y comenzó lo que daría en el futuro la civilización que hoy conocemos, creo que el mayor éxito ha sido la declaración de derechos y libertades que nos ordena (de organiza) como elementos individuales sociales y nos permite seguir avanzando como conjunto.

Pero debe haber un punto donde alguien se confundió porque el resultado es demasiado llamativo.

Una vez tenemos cierta organización en torno a los derechos y libertades individuales, y como en todo, balanceando partidarios y detractores, se produce un curioso fenómeno.

Desconozco el origen y menos si es artificial o natural, pero yo soy un hombre de ciencia y me baso en hechos, no en conjeturas. El hecho irrefutable es que hay tantas opiniones como personas y personalidades, incluso durante el transcurso de la vida, de un mismo aspecto la opinión de una persona puede cambiar, bien sea por experiencias, bien por nuevos conocimientos, bien por evolución personal.

Y esto, queridos amigos, que debería ser una bendición, tiene un doble filo que experimentamos cada día y que es exactamente donde mi colega se equivoca: Cada persona piensa que su opinión es válida.

El craso error, confundir derecho con obligación.

Hemos desarrollado una sociedad, como dije antes, basada en derechos y libertades, donde con el tiempo las obligaciones que nos dan esos derechos, se han ido difuminando. Pienso que este efecto se pueda deber a que las personas que hoy gozan de esas libertades no han tenido que luchar por ellas.

Evento Histórico en la plaza de Tiananmen

Valga como ejemplo el derecho a la libertad de expresión (artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1949) que tanta sangre derramó hasta ser real, y que a día de hoy, los países que suscriben esa Declaración, recogen de una forma u otra en sus Constituciones (en la Española, artículo 20).

Sin embargo, tal vez porque no hubo visión de lo que esto conllevaría y los fundadores tanto de la Declaración Universal como de las diferentes constituciones en los países desarrollados, hay una confusión globalizada: el derecho a tener una opinión no conlleva a la obligación de usarla en todo momento, y mucho menos, conlleva la validación de que sirva para algo útil.

Dicho de otro modo: hay opiniones que sobran. Por múltiples motivos: así sea por falta de conocimiento, por ignorancia, por inexperiencia, por partidarias, por egoísmo... motivos sobran. Y preocupante es el hecho de que no se trabaje para evitarlo.

Atentos al efecto Dunning-Kruger. ATCHUNG!

Es muy importante evitar siempre este síndrome, ya que es muy preocupante la cantidad de información a la que tenemos acceso y no vale un rábano, si se me permite la expresión.

Y aquí es donde creo, yerra mi compañero Sociólogo: corremos el riesgo de caer en la confusión terrible de pensar que una opinión contradictoria a un aspecto establecido es beneficiosa para, sin usar el pensamiento crítico, hacer más robusto aún ese establishment.

Él pone como ejemplo, a partir de una trama de ficción, cómo se puede desarrollar un problema social si se impone una autocensura para no "cabrear a la masa invisible".

Y no puedo dejar de expresar mi total desacuerdo. No existe ninguna masa invisible. Es muy visible. La componemos todos y cada uno de nosotros, pero no es cierto que el malestar la cabree (porque no existe!), lo que sí se produce es un constante ruido por donde quiera que pasa una opinión que pueda ser más o menos incómoda.

Pero creo que su razonamiento es incorrecto desde el punto de vista del criterio: Cuando alguien no ha estudiado, no ha experimentado, no ha aprendido o no ha escuchado lo suficiente, corre el riesgo (MUY MUY ALTO) de emitir un juicio vacío, banal y simplista que no aporta ningún valor y que no sirve para nada. Y este problema se produce porque todos tenemos (afortunadamente) derecho a opinar.

Pero justo al contrario como opina mi colega, creo que es un error que se pueda dar altavoz a opiniones como las que él mismo cita: Miguel Bosé sobre el 5G, el jefe de equipo o el Dandy de Barcelona. Es inevitable que ocurra, pero sería deseable que una ola de pensamiento crítico y mentes pensantes los destruyera, pasándoles el criterio y la consciencia por encima cual camión articulado de 3 ejes.

Conclusión.

Corremos el grave riesgo de no detener lo que vemos a diario, una sociedad llena de opiniones basura, vacías, teras y más teras de información inválida o simplemente, difamatoria, contra avances científicos (vacunas, 5G, etc) o pruebas irrefutables sobre hechos, que hacen más mal que bien, y que tienen su origen en que alguien un día usó una opinión contraria al establishment y tuvo razón. 

Que eso se diera una vez no significa que se de siempre, por eso es tan importante cultivar el pensamiento crítico y la calidad que nos otorga la mejora continua tanto en nuestras opiniones como en nuestras acciones.

No hay que confundir no ser sumiso con ser un gilipollas redomado que no para de decir tonterías.

"Solo sé que no sé nada" decía nuestro colega Sócrates. Debería ser obligado leerte y comprenderte amigo mío.

  • Compartir:

También te gustará...

0 comentarios

Por favor, déjanos tu comentario! Para nosotros es muy valioso. Gracias!