Un modelo de trabajo en para la nueva normalidad. El teletrabajo como alternativa.

Voy a empezar con una obviedad, el teletrabajo es algo que no todo el mundo puede hacer, por tanto no se puede universalizar. Es imposible que el trabajo de albañil o de peluquería (con la tecnología que hoy tenemos) se pueda realizar vía teletrabajo.

Después de esta perogrullada un dato interesante: El teletrabajo ha venido para quedarse, y nos beneficia a todos.

Beneficio común, estrategia compartida.

Pensemos en los edificios de oficinas de gestión en una gran empresa. Estos edificios, sedes emblemáticas de poder y de posicionamiento, tienen un coste de construcción pero también un coste de mantenimiento. Dan cabida y trabajo a mucha gente, hasta el punto en que se pueden convertir en centros neurálgicos y pequeñas ciudades.

Paseo de la Castellana, Madrid. Edificios de oficinas emblemáticos.

Ahora pensemos que esos edificios tienen 8 horas al menos, a la gente trabajando, usando internet, aire acondicionado en verano y calefacción en invierno, instalaciones como gimnasios, restaurantes, etc, todo eso en marcha, para que la actividad se pueda desarrollar con cierta normalidad.

Pero si nos jugamos la carta Covid19 todo cambia. De repente, lo que en esos edificios se hacía de forma recurrente, ahora se hace en casa, excepto las reuniones presenciales. Las reuniones se tienen telemáticamente, los informes se entregan sin papel, las estrategias se implantan y se asignan tareas, que te llegan a tu agenda o a tu Slak, cuando acabas entrenas online o preparas la comida/cena. Nada se queda sin hacer.

¿Hemos aprendido que hemos construido un mundo de asfalto prescindible?. Hemos aprendido que hemos construido un mundo de asfalto prescindible.

Las crisis son oportunidades de cambio, pero alguien tiene que contar los cadáveres.

No es una panacea el teletrabajo. Es un cambio de estilo laboral y no para todo el mundo como ya hemos comentado el principio. Derivado de este cambio de estilo, existen unas consecuencias. Dejando aparte las que son responsabilidad de la Covid19, las que tienen que ver con el teletrabajo son:

• Que estés en la oficina no significa que estés trabajando. Se puede ser productivo en casa e improductivo en la oficina.
• Las reuniones se tienen que programar con cierto tiempo de antelación o será imposible organizarse.
• El tamaño del departamento lo determina la carga de trabajo y no el ego del directivo que quiere la partida presupuestaria más grande.
• El resultado final es un producto de personas y no una inercia intangible de la marca.
• Las empresas pequeñas compiten de tú a tú con las grandes.
• Ya nadie discute que el comercio online es una vía de ventas para todas las empresas.

Esta nueva realidad nos enseña que lo que aún está por venir, también está por definir. Desde el perfil de trabajador@ que puede desempeñar una tarea a la "vara de medir" que se va a emplear para intentar de manera objetiva, evaluar desempeños.

Se abre ahora la puerta de salida a los trabajadores que, de una u otra forma, vienen de una época donde el presencialismo es algo, las redes sociales no son para mi, el interné ese es para los jóvenes, las reuniones cuantos más mejor y si son largas son buenas, etc, etc.

Ventajas e inconvenientes.

Ahora que estás teletrabajando, te gestionas mejor el tiempo, puedes conciliar mejor con la vida personal e incluso, podrías rendir más porque tienes menos distracciones.

Pero ¿qué ocurre con lo que la empresa se está ahorrando?. Ahora tú usas tu línea de conexión a internet, por no decir de los suministros de luz, agua y alquiler/espacio. ¿Qué ocurre con los riesgos laborales? La PRL a aplicar no puede ser la misma ni por asomo. Todas estas preguntas y muchas otras aún no tienen respuesta aunque por supuesto, ya están encima de la mesa porque, ay amigo! a las empresas les interesa que teletrabajes lo máximo posible antes de tener un entorno definido... ¿o no?.

Pues no. Los empresarios y las compañías no están felices. Este efecto les viene a pie cambiado. Apostaría a que no quieren llamarte a las 19.00 en la tarde pero es que su cliente, que antes no le llamaba a esas horas, ahora le está llamando y seguramente tu jefe/a querrá seguir dando la mejor respuesta a su cliente y el mejor servicio, pero puede que no pueda hacerlo solo. Tampoco es una situación normal ni apacible para los dueños y gerentes que, en esta nueva normalidad, la incertidumbre está en máximos históricos.

Y todos sabemos qué pasa cuando aumenta la incertidumbre no?:

El IBEX35 no ha tenido su mejor año.

Adaptarse o perecer.

Hace muchos años que leí este libro que recomiendo encarecidamente (también en versión para niños, una delicia):

En mi humilde opinión, creo que el teletrabajo es una opción. No quiero pensar que las empresas van a perder ese toque personal que las diferencia y les otorga personalidad. No quiero tener videoconferencias para siempre (aunque tampoco quiero tener reuniones presenciales que son un email de 3 líneas) ni experiencias distantes cuando estoy dando/recibiendo un servicio.

Creo que es una buena forma para adelantar trabajo backoffice y que bien usado, puede ayudar a conciliar mejor vida laboral y profesional. Hasta ahí bien. Pero añadido, trae cosas que sí me gustan mucho.

Casualmente estoy viendo como las empresas se están digitalizando, están apostando por la omnicanalidad y buscando llegar al cliente de otras formas que antes solo estaban en pruebas. Como estrategia, veo el teletrabajo una ayuda y en el caso de la pandemia, donde no ha sido opcional, quizás un salvavidas a ciertas empresas.

De todas formas aún es pronto para aventurar resultados, pero creo que el modelo empresarial después de la pandemia será diferente del que conocíamos.

Hoy no tenemos canción... porque estamos a la espera de que nos den permiso o nos llamen la atención del todo (si nos cierran el blog sería una pena). Gracias por seguirnos!