La tan esperada noticia ha llegado: El plan de vacunación contra la Covid19.

Era la noticia más esperada desde que arrancó la pandemia y explotó en marzo de este 2020 tan particular. Nos llegó tras dos confirmaciones de laboratorios explicando resultados satisfactorios por encima del 90% de eficacia en cuanto a efectividad.

Subida de la bolsa mediante, y al hilo de la comentado en esta misma web en otro artículo, las farmacéuticas comenzaron sus negociaciones para la distribución en forma de bloque, una vez confirmaron disponibilidad de producción.

En estos casos, la cadena de suministro es fundamental y las compañías farmacéuticas lo saben, por lo que la negociación comenzó rápidamente por los países más afectados, en el caso de Europa serán España y Alemania.

En este artículo del periódico digital eldiario.es nos explican cómo el actual presidente, tras la reunión con el G20, confirma la organización de una programa de vacunación equitativo, con 13.000 puntos de asistencia, controlado por las cogobernanzas (es decir, lo gestionará el Estado pero lo ejecutará cada Autonomía).

Lo que no te van a contar de la vacuna.

Pero hay algunas sombras que aún no han asomado a esta (sin duda alguna, buena) noticia. En cuanto a la obtención de la vacuna y dando por supuesto que la cadena de suministro de las farmacéuticas van a funcionar como un reloj suizo, entre producción (no hay datos públicos de cuándo comenzaron a estabilizar producción masiva), logística y distribución (dependiendo de las características de frío, será más o menos simple su transporte y almacenamiento), los tiempos de entrega no van a bajar de los dos meses, en el mejor de los casos.

Además y por muy buena voluntad que tengan nuestros gobernantes, será imposible vacunar de forma eficaz a las zonas alejadas y despobladas de nuestra geografía, incluso si llegan las nevadas, es posible que hasta primavera algunas poblaciones queden desabastecidas.

Por último, y parece sentido común, los grupos de riesgo serán los primeros en recibir la ansiada vacuna, empezando por los sanitarios y siguiendo por los grupos de mayor impacto de mortalidad: inmunodeprimidos, personas mayores y con enfermedades respiratorias.

Hablemos de costes.

Después de la euforia toca trabajar, así que vamos pensando quién paga la fiesta, por favor.

De entrada, los fondos de cooperación Europeos se están enquistando porque algunos compañeros de la Unión no tienen muy claro que tengan que asegurar el Estado de Derecho en sus territorios (sí, en pleno Siglo XXI, si alguien tiene alguna duda de qué estoy hablando, puede dejar un comentario y con gusto escribiré un artículos sobre ello).

Así que esa vía puede que sea que no, en el corto. Nos queda la vía de "la caja", fondos propio.

Tras más de 6 meses de impacto pandémico, la situación económica en España no está para muchos meneos, así que todo apunta a que con fondos propios no va a poder ser.

Sin embargo, tenemos la posibilidad de generar deuda, ya que nuestros índices antes de la pandemia eran de lo mejor de Europa. ¿Nos respetarán los mercados?. Tradición de hacerlo no tienen, pero ya veremos.

Por último, podría ir contra los presupuestos, pero claro, esto habría que hacerlo YA porque los presupuestos se están cerrando justo ahora. Además, si fuera contra los presupuestos, ¿Qué partida sería la sacrificada?. Casi todos nosotros tenemos la respuesta a esa pregunta en la cabeza. Escribid un comentario en esta entrada para que comprobemos si pensamos lo mismo.

¿Te vas a vacunar?.

La pregunta que más vamos a hacer y oír los próximos días. Habrá argumentos a favor y en contra, y en los días que vengan leeremos en las redes muchas opiniones al respecto. ¿Cuál es la tuya?. Deja un comentario al respecto para que podamos hacer un análisis entre nuestra audiencia sobre qué inclinación hay y qué grado de confianza gozan nuestras instituciones, las que se supone cuidan de nosotros.

Ximo Puig cree que la vacuna no debe ser obligatoria (leído en la Vanguardia)

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