La verdad de por qué dejé de usar productos de Apple.

noviembre 01, 2020

Muy buenas queridas personas lectoras de este nuestro humilde blog de opinión. Hoy quiero hacer una reflexión/explicación de uno de los temas más controvertidos a los que me he enfrentado esta época de cambios (vamos a llamar así a esta época, época de cambios, porque no nos vamos a poner soeces o mal sonantes... porque con la que está cayendo ahí fuera, podríamos despotricar fácilmente) que ha sido, sin más preámbulos (aunque ya está anticipada en el título): La verdadera razón por la que he dejado de usar productos de Apple*.

Pongámonos en antecedentes:

Hubo una época que, lejos de ser un fanboy (entre otras cosas porque no me lo podía permitir), sí comencé a usar productos  de la manzanita. Comencé con un proyecto muy divertido que se llamaba Hachintosh o algo así: consistía en convertir un ordenador PC portátil en un MacBook, sin más.

Corría el 2007 y por aquel entonces no podía invertir en tecnología lo que me hubiera gustado, pero además trastear por aquel entonces me gustaba mucho, así que cogí este tunning de mi portátil como una opción interesante, ya que tenía mi ordenador de sobremesa que me cubría casi todas mis necesidades.

El objetivo era entender cómo funcionaban esos ordenadores tan caros y si de verdad valía la pena o no gastarse el dineral que costaba por aquel entonces (y que siguen costando a día de hoy). Y por el camino, aprender porque creo que es algo que nunca debo dejar de hacer.

Cuando terminamos el proyecto, resultó que ese ordenador (que no era ni mucho menos el gama alta de la época) tenía un rendimiento espectacular, era muy sencillo de entender, intuitivo y venía preparado con un sistema de, de origen, ya hacía muchas cosas que Microsoft no incluía y que tenías que buscar aplicaciones que las hiciera, con el consabido riesgo de contraer un virus informático a los que Microsoft era tan vulnerable. Este Hachintosh corría MacOS (el sistema operativo de Apple) como un demonio y la productividad era muy buena. Ahí se prendió la chispa.

Recuento de cacharros:

A día de hoy, entre productos que aún conservo y que he tenido, la cuenta irá más o menos así:

  • Apple TV
    iPhone 3
  • iPhone 4
  • iPhone 5S
  • iPhone 6
  • MacBook Air
  • Apple TV
  • Time Capsule
  • iPhone 7 Plus
  • Apple Watch 2
  • iPhone X
  • AppleWatch 4
  • Air Pods
Y claro, en esta lista no están los que he regalado, que no han sido pocos.
Llegados a este punto, cualquiera que esté leyendo esto creerá que soy un pirado por la marca de la manzana y que estaba completamente inmerso en ese halo de estatus que quiere vender Apple por el hecho de ser Apple.

AirPods

Pues si alguien piensa así, tiene toda la razón. Sin paliativos, es exactamente eso. Lo que ocurre es que no me di cuenta hasta hace bien poquito (como 2 meses), pero realmente lo que ocurría es que estaba obcecado por el buen marketing de Apple, cosa que da para otro post. Incluso cuando alguien me ha hecho alguna pregunta al respecto, durante mucho tiempo he defendido esa inversión de dinero extra que hay que hacer para tener un producto Apple por todas sus bondades. Y si he de ser sincero creo que por sesgo aún lo haría, pero tengo que reconocer que ahora lo haría por falta de conocimiento más que por tener razón.

Por supuesto voy a entrar en detalles de todo lo que estoy argumentando, pero eso será más adelante, aún queda que os explique dónde vino la principal fuente de descontento que originó que pudiera plantearme la posibilidad de dejar de usar sus productos (o al menos, tantos).

La fuente del conflicto: El notch del iPhone.

Se viene viendo desde hace mucho tiempo y lo he compartido con muchas personas con las que entablo conversación al respecto, tanto usuarios de Apple como no: Apple lleva tiempo sin innovar.

Cierto es que hemos estado acostumbrados a que Apple justificara con mucha razón, que los precios de sus artículos era más caros porque tenían un coste de I+D muy importante y que por tanto, tenían que incrementar el coste. Las demás compañías han tendido a imitar a Apple siempre, lo que convirtió un tiempo a la empresa de la manzana en la punta de lanza de innovación y al resto de su competencia en meros imitadores.

Esta continua innovación, mayormente promulgada por ese genio del márketing que fue Steve Jobs

Tim Cook

(personaje que da para otro post de análisis), ha sufrido mucho desgaste y con la muerte del CEO la empresa está inmersa en la búsqueda de su próximo gurú además de una reconstrucción interna provocada por Tim Cook, su actual CEO.

Podríamos hablar de los movimientos que Apple está haciendo a nivel de contratación de diseñadores, nuevas patentas, la marcha de personalidades importantes dentro de la empresa o las inversiones fracasadas como el iCar, pero este post va de lo que va y dejaremos material para comentar en otros, porque da mucho de si.

Volviendo al hilo, la innovación de la que Apple hacía gala en el pasado, en el presente ya es una falacia. Apple lleva sin innovar desde que presentó el iPhone 6. Todo lo demás, son refritos de lo que ya había en el mercado, con cierto aire de innovación, mayormente basado en la estética, pero sobre todo centrado en el márketing. Los anuncios de Apple cuando presenta un producto siguen siendo espectaculares y su puesta en escena no tiene nada que envidiar a las producciones de cine.

Y esto lo viví de una forma muy personal, desde el 2017, cuando renové mi iPhone 7 Plus por el iPhone X, que vi por primera vez en los múltiples leaks que se crean como expectación a la presentación de cualquier producto de Apple. En esta presentación teóricamente se renovaba el 7 por el 8, pero coincidía con el 10 aniversario del iPhone y quisieron entrar en un terreno donde ya habían pisado otros, pero a su manera.

iPhone 11
La cuestión es que el salto cualitativo del iPhone 7 al X era evidente: en menos tamaño más y mejor pantalla, una cámara increíble, la misma autonomía de batería en menos peso, un tacto muy interesante al ser todo cristal por delante y por detrás, etc. En definitiva, un buen cambio. Además, cuando lo compré, hubo algo que ya había visto en las reviews de los leaks y a lo que no había dado importancia aunque sí había leído a detractores de Android hablar de ello. Pensé que eran los de siempre hablando sin saber.


Y así fue cuando compré mi flamante iPhone X, online, desde la pre-venta (no me esperé ni a verlo físicamente) que me llegó a mi casa de Madrid en noviembre. Sería de los que llegaron en la primera tanda de envío desde origen. Tengo que decir que no tuve ninguna pega ni de su rendimiento ni de su estética ni de su performance. Todo correcto incluso mejorando mis expectativas.

No fue hasta este 2020, tras 3 años de uso y después de comenzar a escuchar los rumores de cómo iba a ser el nuevo iPhone 12, que tras una conversación con un buen amigo, que tenía otro móvil en la mano, que me di percaté que las cuentas no me salían y que estaba hasta los c****nes del puñetero notch.

Si alguien no sabe lo que es el notch, se lo voy a explicar ahora mismo: 

Notch viene del inglés y significa muesca. Es la parte de arriba por delante del teléfono donde Apple guardó todas las cámaras de reconocimiento facial, sensores de luz y movimiento, infrarrojos algún que otro cachibache, porque al ocupar la pantalla la mayor cantidad de superficie posible, en algún sitio lo tenían que meter y se sacaron de la manga esa muesca.

Notch en primer plano
Obviamente el notch no es exclusivo de Apple y prácticamente todas las marcas que han optado por teléfonos con gran pantalla y supresión de botones, han tenido que resolver el mismo problema, aunque tipos de notch hay muchos. En concreto, el notch de Apple no es el más pequeño, pero supongo que es también porque en aquella época implementaban cosas que nadie tenía.

Tras 3 años de uso, mucho leer en el móvil, mucho video, mucho texto y mucho uso en definitiva, cuando cogía el teléfono, lo único que podía ver esa maldita mancha negra. No veía el contenido, no veía el video en cuestión o la página que estaba leyendo, solo veía el notch. Me estaba volviendo loco!

Cuando vi que, tanto en los leaks previos de cómo iba a ser el iPhone 12 como en la propia presentación del teléfono, que pese al cambio de chasis y la vuelta al que yo considero el más bonito de todos, el esqueleto de aluminio del iPhone 5S, seguía conservando el notch y que Apple no había conseguido resolver eso, mi ansiedad contra el notch de mi teléfono se disparó.

Y entonces, volviendo a la conversación con mi amigo Alejandro, comencé a preguntar, a investigar y finalmente opté por comprar y probar el que actualmente es mi dispositivo de guerra, el Xiaomi Poco F2 Pro.

De cómo es este teléfono y un poco de lo que hago con él, hablo en este post de otro blog donde también colaboro, si queréis pasaros para revisar más información sobre el teléfono que sustituyó a mi iPhone X, os dejo aquí el enlace. Pero no voy a hablar del teléfono aquí, voy a hablar de Apple.

Una vez coges perspectiva y criterio, se ve todo muy claro.

Ya hecho al sistema Android de mi nuevo teléfono, vino el cambio del reloj, por un Huawei. Un año antes, por otras razones, dejé mi MacBook Air para trabajar con un portátil de la marca MSI y Windows 10, y aunque seguimos usando en casa el Time Capsule y los AirPods a diario, lo cierto es que haciendo un análisis realista de la situación, veo que el cambio no se ha notado en mi día a día en el uso. Al menos para mal. Me explico:

Ya no me molesta el notch, porque el Xiaomi no tiene, la huella la lee en la pantalla y la cámara está escondida en el chasis. Además, los Airpods se pueden usar igual que en el iPhone y el reloj que ha sustituido al Apple Watch es incluso mejor. Del Pc no comento porque son completamente diferentes y para usos diferentes así que no son comparables y si miramos el aspecto económico: he ahorrado en estos productos contra sus homólogos Apple la friolera de 900€ en dos artículos.

Y lo que es aún más sangrante: ¿Qué ocurre con el estatus que antes Apple me daba?. Pues que me he dado cuenta que es falso, es una mentira muy bien vestida. En estos momentos podría haberme comprado en pre-venta el iPhone 12 Pro, el Apple Watch 6, pagarlos al contado sin problema, y continuar siendo un usuario de productos de la manzanita sin ningún problema económico. La razón por la que no lo hago es porque no está justificado a nivel tecnológico.

Bang & Olufsen Fernando Alonso
Es decir, lo que antes de Apple valía, ya no lo vale. Hay artículos caros (o incluso más) que los de Apple que quizás si que tengan cabida en mi vida, como por ejemplo un laptop convertible en tablet y
que sea potente, o los auriculares Bang & Olufsen de Fernando Alonso, pero obviamente hasta que los míos tengan servicio, tampoco "me los voy a regalar". Y es que lo que ha perdido Apple no es un cliente, porque si retornara a la senda de la innovación me lo podría hasta plantear, lo que ha perdido ha sido push! ya no es la empresa puntera que fue, ya no canaliza las necesidades del consumidor y le da otra dimensión, y eso es grave para una empresa a nivel mercantil, porque está haciendo que una de sus fortalezas a nivel DAFO se convierta en una debilidad, lo que pone en peligro la subsistencia de la empresa.

No estamos delante de un tema banal como pueda ser el notch, con el que he frivolizado mucho durante este post. De lo que estamos hablando es de que Apple está en peligro, porque las grande empresas pese a que atesora un gran capital, también tiene mucha estructura para pivotar estrategia y les cuesta mucho hacer cierto tipo de cambios.

Si vemos los resultados bursátiles de Apple, tras la presentación del nuevo iPhone no han experimentado esa subida bestia que solía tener y está más baja su cotización que los niveles de Septiembre. A nivel financiero es un dato importante. Obviamente Apple siendo la empresa más valiosa del planeta a nivel bursátil, no va a resultarle un problema muy grande de liquidez, pero claro, siempre que se ponga a corregir la tendencia y recupere su buena salud. Al final, los negocios se basan en la confianza y es lo que Apple está perdiendo con esa falta de innovación.

En los próximos meses veremos los movimientos que se van a producir y gracias a ello, posiblemente veremos la tecnología evolucionar en líneas que nunca se debieron haber perdido. Aunque no es menos cierto que se va a encontrar rivales haciendo las cosas muy bien, como Xiaomi usando grafeno en sus baterías y cosas por el estilo que seguro, aparecerán en próximos posts de este blog, así que deja tu email para que podamos avisarte cuando hagamos nuestras próximas entradas y no te pierdas ninguna!

La canción de hoy la sugiero porque de vez en cuando hay que deleitarse con las grandes creaciones del ser humano, del que considero uno de los mayores maestros de la guitarra de todos los tiempos:



Gracias una vez más por leernos :)


*Ojo, que sigo utilizando productos, que tengo en posesión y que aún ofrecen algún servicio, pero tengo claro que cuando los retire, muy mucho tiene que cambiar la estrategia de Apple para que volvamos a encontrarnos.

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