El Dogma de la Verdad

noviembre 15, 2020

 

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.

Estamos asistiendo al intento por parte de un gobierno (vaya por delante que me da igual el color de sus ideologías) de controlar, vigilar o “supervisar” las noticias que puedan resultar fake newso como las llaman “campañas de desinformación”.

En realidad esto es más viejo que el tebeo, o mejor dicho para dar validez al encabezado de este post, más viejo que la biblia. Partimos de la premisa que quien controla la información tiene el poder. Esto seria de 1º de dictaduras, me sorprende que un gobierno supuestamente progresista se quiera enquistar en algo básicamente imposible. En primer lugar y dentro de sus consejo de ministros tienen a un Sociólogo como es Manuel Castells (Ministerio de Universidades), donde ya en los años 90 hablaba en sus teorías sobre la Globalización y la nueva era digital, la sociedad red etc.. No me extenderé sobre este asunto más allá de anotar que básicamente en esta nueva era digital en la cual vivimos es prácticamente imposible ponerles puertas al campo.

Durante el transcurso de la historia el uso de la verdad como concepto objetivo cuasi dogmático ha servido para controlar a las poblaciones disidentes, manipular pensamientos, imponer un determinado sistema social incuestionable. Pero al igual que los niños, aún en fase de búsqueda de conocimientos pregunta a sus padres o, mejor dicho cuestionan una orden a base de argumentos propios que pueden o no ser acertados, pero que son suyos al fin y al cabo, la respuesta de los padres suelen ser por norma habitual el “esto es así porque yo lo digo”. Ahora son las “redes sociales” ese “hijo” que con argumentos variopintos cuestionan de forma continua las decisiones del “papa Estado”.

Muy debatible seria si todas estas opiniones o manipulaciones que coexisten en las redes sociales como una amalgama alcanzan los parámetros de lo que supuestamente podría denominarse como verdadero, pero lo que no se puede debatir es que ningún gobierno, por poderoso que sea, puede detener un fenómeno social, una realidad social, como es la propia vida indomable de las redes sociales.

El temor ante los descubrimientos de algoritmos que hicieron ganar la batalla del Brexit, o que alzaron a Trump a ser presidente de los EEUU, (todo ello igual de cuestionable que la verdad absoluta) están presente en los gobiernos para poder controlar lo que se dice. Ya cité la ley mordaza en mi anterior post, como una forma de control de la libertad. Esta nueva ley de “campañas de desinformación, no deja de ser un brindis al Sol. Si ni tan siquiera los regímenes más autoritarios del mundo han logrado erradicar la libertad de expresión a través de las redes, mucho menos en un sistema democrático.

Ya Bruselas ha alertado al gobierno español sobre la creación de ministerios de la verdad. La verdad es que dejando a un lado el formalismo, este tipo de propuestas legislativas echan una peste a mierda que tiran para atrás. Suenan a Franquismo con su Ley de Vagos y Maleantes. 

Es poner los cimientos para el control total de la libertad de información. 

¿Cuántos escándalos políticos se habrían tapado si una ley como esta tuviese validez ? En definitiva mi consejo es que huyamos de las grandes verdades absolutas, primero porque no existen, y segundo porque detrás de ellas se esconden instrumentos de represión por parte de quien ve en peligro su poder establecido. Como siempre: insto a que seamos críticos con todo aquellos que nos dicen, veamos, o leamos, esa capacidad crítica que se quiere derrumbar es la único arma que tenemos para defendernos de las técnicas de manipulación social a la que estamos constantemente sometidos. 

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